3. Anaxímenes (588-524 a.C.)
Biografia:
(¿Mileto,
h. 588 a.C. - ?, h. 534 a.C.) Filósofo griego, último representante, después de
Tales y Anaximandro, de la escuela milesia. En Occidente, el surgimiento de la
filosofía tuvo lugar en la ciudad griega de Mileto, situada en la costa de la
actual Turquía; de ahí la denominación de filósofos milesios o de la escuela de
Mileto que reciben los pensadores que, a lo largo del siglo VI a.C.,
abandonaron los tradicionales enfoques religiosos y mitológicos e intentaron
dar respuestas racionales a las cuestiones, adoptando así por primera vez la
actitud que reconocemos como propia de la filosofía.

La
cuestión filosófica que más interesó a los filósofos milesios (quienes, por
otra parte, emprendieron también variadas investigaciones y especulaciones
científicas) fue la determinación de un principio constitutivo y originario (el arjé o arché)
común a todas las cosas; los milesios supusieron que, tras la aparente variedad
de seres que forman la fisis (naturaleza
o mundo físico), existía un substrato único que permitía dar cuenta de la
constitución y origen de todos los seres. Para Tales de Mileto, tal
principio era el agua. Anaximandro, discípulo
de Tales, dio un paso hacia una mayor abstracción al postular como arjé no
una sustancia física, sino el ápeiron (lo
indefinido o lo indeterminado).
Anaxímenes afirmó que el principio material y primero, el origen
de todas las cosas (arjé o arché)
era el aire, sustancia sensible, pero que raya en lo incorpóreo. Es posible que
Anaxímenes pensara, con esta aportación, reunir las ventajas de cada una de las
soluciones anteriores, evitando sus inconvenientes. En efecto, el aire es tan
necesario para la vida como el agua, pero no tiene el inconveniente de
necesitar un soporte físico, puesto que, según Anaxímenes, flota en sí mismo.
Por otra parte, tiene una extensión ilimitada como el ápeiron,
puesto que parece llenar los espacios inmensos, pero en cambio es una realidad
observable por todos y que permite explicar de modo sencillo la formación de
los seres, mientras que el ápeiron es
solamente una entidad hipotética.

De un fragmento conservado de su obra se desprende que
Anaxímenes concibió el mundo como un ser vivo, análogamente a como concebía el
alma de los hombres: «De la misma manera que nuestra alma, que es aire, nos
sostiene, igualmente un soplo y el aire envuelven el mundo entero.» El aire es
también la fuerza vivificadora: el universo es una especie de ser vivo que
respira y se mantiene en ordenada unión, envuelto por el aire infinito; la
misma alma humana, fundida en el alma del mundo, es también aire. En su
concepción cosmogónica, la Tierra es plana y flota, pero no ya sobre el agua,
como afirmaba Tales de Mileto, sino en el aire; Anaxímenes sostuvo también que
los astros no se mueven bajo la Tierra sino en torno a ella.
Después
de la escuela milesia, la cuestión del primer principio seguiría ocupando a la
mayor parte de los pensadores del periodo cosmológico de la filosofía griega
(es decir, del periodo anterior al antropológico, que se inició con Sócrates) y dio como resultado diversas respuestas y
doctrinas en las sucesivas escuelas filosóficas. La escuela de Pitágoras, la escuela de Elea (Jenófanes, Parménides y Zenón de Elea), los
pluralistas como Empédocles y Anaxágoras, los atomistas Leucipo y Demócritoy otros destacados pensadores como Heráclito retomaron el problema del arjé
como motivo más o menos central de sus reflexiones y de su
concepción de la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario